Diversidad de anuros en la Reserva Natural Comunitaria El Manantial, Florencia, Caquetá, Colombia

Diversity of anuros in Community Nature Reserve Manantial, Florencia, Caquetá, Colombia

Nelson Ricardo Rodríguez-Cardozo1, Nayra Camila Arriaga-Villegas2, Juan Camilo Díaz Ricaurte3

1    Semillero de Investigación en Herpetología, Facultad de Ciencias Básicas, Universidad de la Amazonía, Florencia, Caquetá. e-mail: richii23@hotmail.es
2    Universidad de la Amazonia, Florencia, Caquetá. e-mail: naira-2908@hotmail.com
3    Laboratorios PROBIOL SA, Grupo de Investigación en Biodiversidad y Desarrollo Amazónico (BYDA), Universidad de la Amazonía, Florencia, Caquetá.
     e-mail: bio.jcd@gmail.com

     Fecha recepción: Octubre 29, 2015    Fecha aprobación: Febrero 19, 2016    Editor Asociado: Jiménez-Ortega AM

Resumen

Objetivo: Registrar la diversidad de anuros asociados en la Reserva Natural Comunitaria el Manantial, Florencia, Caquetá, Colombia. Metodología: La fase de campo se efectuó por medio de búsqueda intensiva auditiva y visual en dos hábitats: quebrada y bosque ripario. Se usó el programa estadístico SigmaPlot 1 1.0, Estimates 9.0 y programa virtual iNEXT. Resultados: Se registró un total de 564 individuos de anuros, correspondientes a 14 especies, nueve géneros y seis familias. La familia Leptodactylidae presentó la mayor riqueza con 4 especies correspondientes a 3 géneros (Adenomera, Lithodytes y Leptodactylus); las familias Aromobatidae (Hyloxalus bokagei) y Centrolenidae (Teratohyla midas) solo presentaron una especie cada una. Discusión: Tanto la quebrada como el bosque ripario presentaron valores similares de riqueza de especies, lo cual se puede deber a la complejidad estructural en relación con los tipos de nicho que pueden ofrecer a los anuros, así como las variables ambientales asociadas a estos sistemas en razón a la presencia de diferentes estratos y variedad de microhábitats. Conclusión: Este tipo de investigaciones permite comprender cómo se encuentran los ecosistemas en términos de diversidad y abundancia de especies comprendiendo la estructura de los mismos.

 Palabras clave: Anuros, Bosque ripario, Diversidad, Quebrada, Reserva.

Abstract

Objective: To record the diversity of Anura associated with the Manantial Community Nature Reserve, Florencia, Caquetá, Colombia. Methodology: The field phase was carried out by means of auditory and visual intensive search in two habitats: quebrada and riparian forest. SigmaPlot 1 1.0, 9.0 and virtual program Estimates iNEXT statistical program was used. Results: A total of 564 individuals of Anura, corresponding to 14 species, nine genera and six families were recorded. The family Leptodactylidae had the highest species richness with 4 corresponding to 3 genera (Adenomera, Lithodytes and Leptodactylus); the aromobatidae (Hyloxalus bokagei) and Centrolenidae family (Teratohyla Midas) presented only one species each. Discussion: Both the creek and riparian forest showed similar values ​​of species richness, which may be due to the structural complexity in relation to the types of niche that can offer anura and environmental variables associated with these systems because to the presence of different layers and variety microhabitat. Conclusion: This type of research allows us to understand how ecosystems are in terms of diversity and abundance of species structure comprising the same.

Keywords: Anura, Diversity, Quebrada, Reserve, Riparian forest.

Introducción

A nivel mundial, Colombia está catalogada como uno de los países más diversos en recursos naturales renovables (Rueda-Almonacid 1999) e igualmente es uno de los países con mayor diversidad faunística y florística, considerando que esa amplia variedad es el producto de la gran gama de características geográficas, climáticas y orográficas presentes en el país, las cuales han generado una amplia heterogeneidad de hábitats óptimos para las diferentes especies (Galeano et al. 2006). Como país megadiverso, Colombia, mantiene una amplia diversidad de anfibios y reptiles, y ocupa el primer y segundo puesto respectivamente, entre los países con mayor diversidad de estos dos grupos (MAVDT 2010). La riqueza de anfibios alcanza las 771 especies (Llano-Mejía et al. 2010), lo que representa 11% aproximadamente de la diversidad global.

Los anuros, brindan un aporte como biomasa al flujo de energía dentro de los ecosistemas, al ser depredadores de invertebrados y elementos primordiales en la dieta de diferentes tipos de vertebrados; poseen una amplia distribución, alcanzando a colonizar todo tipo de hábitat y son un orden de gran importancia como indicador de la intervención de los ecosistemas, enfrentando grandes declinaciones en sus poblaciones a nivel global (Acosta-Galvis 2000).

Esa declinación y pérdida paulatina de las poblaciones de anuros se debe al incremento de una de las actividades que mayor afectación trae a los ecosistemas, como es la deforestación, que en este caso para la región andino-amazónica se ha incrementado 15% entre 2006 y 2007 (Laurance et al. 2004, Meisel et al. 2013), como consecuencia, la desaparición de especies por los efectos de la actividad humana.

Las áreas protegidas (parques, reservas naturales) son creadas como espacios naturales para la conservación (Rangel-Churio 2006, Cárdenas-Vargas et al. 2012); se observa como favorecen la diversidad y abundancia de los anuros, porque les confieren diversos sitios de refugio, alimentación y ovoposición (Lanno y Donnelly 2005). En el municipio de Florencia, departamento del Caquetá, se encuentra ubicada la Reserva Natural y Comunitaria el Manantial, que presenta antecedentes como reserva comunitaria sin documentación legal que la respalde (Cárdena-Vargas et al. 2012), por lo que se catalogó en la categoría de Reserva Natural de la Sociedad Civil (Áreas de Manejo Especial) debido a que surgió de iniciativas ciudadanas, que deciden dedicar en parte o todo el terreno para actividades de conservación de los valores ambientales, según lo establecido en el Artículo 308, Decreto 2811 (Código de los Recursos Naturales) (Londoño-Mejía et al. 2009). Esta Reserva, se encuentra compuesta por 72 parcelas en 35 hectáreas y 2800 m, teniendo como propósito general la conservación de las fuentes hídricas y sus especies tanto faunísticas como florísticas (Pérez-Rico et al. 2011). Dentro de trabajos ya realizados en ese sitio, el Jardín Botánico de la Universidad de la Amazonía, determinó las especies vegetales presentes en la reserva (Pérez-Rico et al. 2011) y la misma comunidad dentro de las actividades o proyectos realizados fue la construcción de un sendero ecológico, el cual busca servir de mecanismo de sensibilización para los visitantes, mostrando los diferentes recursos.

Por esta razón se hace necesario realizar inventarios y propuestas de conservación en torno a la diversidad de especies que se hallan en esta Reserva, que permite conocer el estado actual en el que se encuentra. Es así como el presente trabajo tiene como objetivo registrar la diversidad de anuros asociados con la quebrada La Perdiz ubicada en la Reserva Natural Comunitaria el Manantial.

Metodología

Área de estudio. La Reserva Natural Comunitaria el Manantial (RNCM), se encuentra ubicada en el corregimiento el Caraño al nororiente de la zona urbana de la ciudad de Florencia (Caquetá), sobre la quebrada la Perdiz, afluente del río Hacha (01°37´830” N y 075°35´5.1” W), a una altura entre 427 a 493 metros de elevación. Según Holdridge (1987) la zona corresponde a la zona de vida de bosque húmedo tropical (bh-T), presenta precipitación media de 3793 mm/año, temperatura promedio de 25°C y humedad relativa de 83% (Estrada-Gonzáles y Rosas-Patiño 2007). En el manantial se localiza el sendero ecológico Moniya Amena, caracterizado por su afluente hídrico la quebrada la Perdiz (Pérez-Rico et al. 2001) (Figura 1).


Se presentan coberturas vegetales, como bosque secundario y pastizal en la parte alta de la reserva, en donde se encuentran zonas de vivienda. La quebrada se caracteriza por un afluente rocoso con una anchura aproximada de 20 metros compuesta por numerosas cavernas formadas por grandes rocas cubiertas de vegetación arbustiva (Díaz- Ricaurte et al. 2016), igual que en el bosque ripario que está compuesto además por árboles con un DAP de 10 a 15 metros; este fue el lugar mejor conservado, por lo cual se tomó como área de estudio que están más afín con el mayor número de especies de anuros que se pueden encontrar en el lugar (Angulo et al. 2006). El muestreo que se realizó fue al azar, se tomó un punto de partida, tomando todos los individuos que se encontraban teniendo en cuenta el registrarlos hasta llegar a un punto final del lugar de muestreo.

Fase de campo. Los muestreos en la RNCM fueron realizados durante los meses de septiembre a noviembre del año 2014; se utilizó la metodología descrita por Angulo et al. (2006), que consistió en una búsqueda visual, examinando activamente individuos sobre la vegetación, troncos, hojarasca (de la quebrada y el bosque ripario de la RNCM). Los muestreos se realizaron en horarios diurnos (07:00-12:00) y nocturnos (19:00-24:00) estableciéndose las horas de muestro por horas/hombre, lo que correspondió al esfuerzo de las mismas tres personas en cada salida, teniendo en cuenta estos horarios debido a las variaciones diarias del clima que pueden afectar la actividad de las especies en la zona, como la temperatura y la radiación que son factores determinantes en los ritmos de actividad, al igual que la humedad (Manzanilla y Pefaur 2000).

Los anuros fueron capturados en bolsas de tela húmeda, se fotografiaron (Anexo 1) y liberaron en el sitio en el que se hallaron; luego se registraron datos de variables ambientales como la humedad, la temperatura y la precipitación durante el período de muestreo.

Análisis de datos. Los valores de abundancia, riqueza de especies y distribución de abundancia obtenidos para quebrada y bosque ripario se graficaron en el programa estadístico SigmaPlot 11.0 (Edward 2002). Se estimó el índice de diversidad de Chao Jaccard el cual evalúa el grado de similitud para los recuentos de abundancia entre comunidades (Chao et al. 2006) en el programa Estimates 9.0 (Colwell et al. 2012). Para conocer qué tan completos fueron los muestreos en ambas comunidades, se realizó un análisis de cobertura de muestreo en el programa virtual iNEXT (Hsieh et al. 2014), una herramienta que refleja mejor el comportamiento de los muestreos en relación con qué tan completos fueron; a su vez permite corregir sesgos de metodologías tradicionales como las curvas de acumulación o rarefacción de especies que comparan la riqueza de especies entre sitios que no son similares, o que el esfuerzo de muestreo no es el mismo.

Resultados

Se registró un total de 564 individuos de anuros, correspondientes a 14 especies, nueve géneros y seis familias (Tabla 1). La familia Leptodactylidae presentó la mayor riqueza con 4 especies correspondientes a 3 géneros (Adenomera, Lithodytes y Leptodactylus); obtuvieron riquezas intermedias para las familias Craugastoridae (Pristimantis) y Bufonidae (con los géneros Amazophrynela y Rhinella) con 3 especies cada familia y una baja riqueza para ambas. Las familias Aromobatidae (Hyloxalus bokagei) y Centrolenidae (Teratohyla midas) solo presentaron una especie cada una (Figura 2).





La familia más abundante en todo el estudio fue Aromobatidae (194), seguida por la familia Craugastoridae (174), Centrolenidae (124) y las menos abundantes Bufonidae (49), Leptodactylidae (17) y la que registró menor abundancia en todo el estudio fue Hylidae con 6 individuos (Figura 3).


La Quebrada La Perdiz, fue el hábitat que presentó mayor riqueza de especies, capturándose 307 individuos, donde la especie más representativa fue Hyloxalus bocagei (177) seguido por Pristimantis sp. (64) y especies con poca riqueza como Hypsiboas lanciformis (3), Adenomera andreae (3), Leptodactylus leptodactyloides (2) y Lithodytes lineatus (1) (Figura 4). En bosque ripario se registró un total de 257 individuos, Teratohyla midas y Pristimantis sp. presentaron mayor riqueza para este hábitat con 107 y 92 individuos respectivamente. Las especies que presentaron riqueza intermedia fueron Rhinella margaritifera (22) e Hyloxalus bocagei (17), mientras que las de poca riqueza fueron Scinax ruber (2), Hypsiboas lanciformis, Lithodytes lineatus, Adenomera andreae, Pristimantis altamazonicus y Pristimantis conspicillatus, todas con un individuo registrado (Figura 4).



La estimación de la cobertura de muestreo para quebrada y bosque ripario durante la fase de estudio se pueden observar en la Figura 5. Aquí, se evidenció el comportamiento de la diversidad de anuros para quebrada y bosque ripario en función de los muestreos realizados. Nuestro análisis reflejó que para bosque ripario se alcanzó una cobertura de muestreo del 79% mientras que para quebrada fue de 87% (Figura 5). La cobertura de muestreo alcanzada guarda relación con los valores de riqueza de especies tanto en quebrada como en bosque ripario. Los resultados del índice de diversidad de Chao Jaccard fueron de 0,972.



Discusión

La quebrada La Perdiz y el Bosque Ripario, son dos hábitats claves dentro de la Reserva Natural y Comunitaria El Manantial, aparte de ser accesibles, presentan condiciones ideales, supliendo los requerimientos ambientales para las diferentes especies de anuros. Esto se debe a que son zonas heterogéneas, las cuales muestran una composición variada de flora que puede servir como zonas de refugio, atraer diversas especies de artrópodos que sirven como fuente de alimento para los anuros y a su vez, estas zonas pueden ser lugares ideales para la reproducción de estos organismos (Wells 2007, Palacios et al. 2013).

En cuanto a los registros en la quebrada, la mayor abundancia se presentó para la especie Hyloxalus bocagei, caracterizada por asociarse con arroyos, debido a su reproducción bajo las rocas del borde de los cuerpos de agua. Esta especie también se encuentra en lugares poco degradados (Coloma et al. 2004), lo que permite confirmar que el impacto antrópico en la Reserva es aún mínimo. Por otro lado, la exclusividad de Leptodactylus leptodactyloides para este hábitat, aun siendo su abundancia de dos individuos, se debe que aunque se halla en áreas abiertas y pocas veces en borde de bosque, salen a estanques o arroyos para su reproducción, como sucedió en este caso (Coloma et al. 2004).

Para los registros en bosque ripario, la especie más dominante fue Teratohyla midas con 107 individuos registrados; esta es una especie caracterizada por permanecer en hábitats primarios o secundarios, ubicándose en las hojas o ramas cercanos a los arroyos, debido a su reproducción estrictamente cerca de los cuerpos de agua (Lynch y Duellman 1973). Tanto la quebrada como el bosque ripario presentaron valores similares de riqueza de especies, lo cual se puede deber a la complejidad estructural en relación con los tipos de nicho que pueden ofrecer a los anuros, así como las variables ambientales asociadas con estos sistemas en razón a la presencia de diferentes estratos y variedad de microhábitats (Urbina y Pérez 2002, Jose 2012, Palacios et al. 2013). La cantidad de individuos y especies observadas en bosque y quebrada nos refleja la gran variedad de zonas de refugio, alimentación y reproducción que hay en estos ecosistemas (Palacios et al. 2013). No obstante, bosque ripario albergó unas especies consideradas exclusivas (Scinax ruber, Pristimantis altamazonicus y Amazophrynella minuta) las cuales son propiamente de hábitos arbóreos o de hojarasca, actividad nocturna, y se hallan en hábitats poco degradados y en bosques húmedos cercanos a cuerpos o fuentes de agua para su reproducción (Azevedo-Ramos et al. 2010, Solís-Frank et al. 2010).

Durante toda la investigación, la familia Hylidae con dos especies presentó menor abundancia, mostrando así que estos resultados no concuerdan con lo propuesto por Faivovich et al. (2005), quienes mencionan que Hylidae es considerada una de las familias más diversificadas la cual ocupa diferentes ambientes debido a su amplia variedad de modos de reproducción y a sus requerimientos ecológicos. Por otra parte, para la familia Leptodactylidae se registraron 4 especies, lo que se puede asociar con los modos de reproducción asociados con cuerpos de agua expuestos, ya sea charcas temporales o permanentes que utilizan los representantes de esta familia y que son hábitats predominantes en las dos zonas muestreadas (Lynch et al. 2006).

Finalmente, en cuanto al índice de similitud de Chao-Jaccard, este se relaciona con el número de especies compartidas con el número total de especies exclusivas (Chao et al. 2006). Los valores de este índice reflejan que ambos sistemas son similares, debido a su conectividad, lo que también se relaciona con las 10 especies compartidas de las 14 registradas en los dos tipos de hábitats para todo el estudio, esto se debe a que la quebrada y el bosque ripario funcionan como zonas de transición para las especies allí presentes (Holdridge 1987). Pese a la transición de los individuos en los hábitats estudiados, los resultados de riqueza para quebrada y bosque, afirman que algunas especies aunque se mueven entre estos ecosistemas, pueden permanecer más tiempo aprovechando los recursos que le provee ya sea la quebrada o el bosque ripario, según sus requerimientos ecológicos como lo son para especies de hábito terrestre (Pristimantis conspicillatus, Leptodactylus lineatus, Adenomera andreae) o especies arbóreas (Hypsiboas lanciformis, Scinax ruber, Teratohyla midas) (Duellman 1978, Heyer y Maxson 1982, Duellman y Wiens 1993, Lehr y Duellman 2009, Muñoz y Aguayo 2009, Ron 2001, Toft y Duellman 1979).

Conclusiones

Este tipo de investigaciones permite comprender cómo se encuentran los ecosistemas en términos de diversidad y abundancia de especies comprendiendo la estructura de los mismos. Sin embargo, cabe destacar que la información del estado poblacional e historia natural de las especies registradas es bastante limitada, por lo que es pertinente conocer cómo se encuentran sus poblaciones, entendiendo los patrones desde la historia de vida de estos organismos para así optimizar planes de manejo y conservación no sólo para las especies, según su estado de conservación, sino para promover la protección y cuidado de los lugares que habitan.

Agradecimientos

A la Universidad de la Amazonía, por la financiación del proyecto. Al Museo de Historia Natural de la Universidad de la Amazonía (UAM). Al Semillero de Investigación en Herpetología, por el préstamo del material requerido para los muestreos de anuros y a sus integrantes por el apoyo. A Caroline Guevara Molina por sus aportes en la elaboración del manuscrito y el procesamiento de los datos.

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