Estrategias
para la conservación y utilización de la biodiversidad
agrícola del departamento del Chocó
Strategies for the knowledge,
conservation and use of agricultural biodiversity at the
Department of Chocó
Miguel Ángel Medina-Rivas1,
Fernando Nuez-Viñals2, Jaime Proen-Thomas2
1 Grupo de Investigación en
Biotecnología y Recursos Fitogenéticos, Universidad
Tecnológica del Chocó, Quibdó, Colombia.
e-mail:
mmedinarivas@gmail.com
2 Instituto de Conservación y Mejora de
la
Agro
Diversidad Valenciana (COMAV), Universidad Politécnica de
Valencia, Valencia,
España.
Fecha recepción: Octubre 25,
2010 Fecha aprobación:
Febrero 22, 2011
Resumen
Para el conocimiento, conservación y utilización de la
biodiversidad agrícola del Chocó es necesario adoptar una
serie de estrategias, basadas fundamentalmente en la utilización
real de nuestros recursos vegetales promisorios, un material
genético que se caracteriza por su calidad organoléptica
y su adaptación específica a las condiciones
agroclimáticas; con este fin se proponen algunas estrategias
para su utilización y conservación. Es importante anotar
que los recursos vegetales promisorios son recursos genéticos
imprescindibles para el desarrollo de futuras variedades. Estos
recursos de alta calidad se pueden introducir o se están
introduciendo en programas de mejora destinados al desarrollo de
variedades de alto rendimiento, propias de la agricultura comercial hoy
día dominante.
Palabras
clave: Biodiversidad agricola; Biotecnología; Marcadores
genéticos; Morfogénesis in vitro.
Abstract
In order to increase our knowledge and to promote conservation plans
that guarantee the appropriate use of the agricultural biodiversity of
the Department of El Chocó it is necessary to adopt a serie of
strategies, that should be based on the actual use of our promising
plant resources, genetic material selected on the basis of their
organoleptic quality, and their specific adaptations to the
agroclimatic conditions. To reach these objectives we propose a pool of
strategies oriented to optimize their use and conservation. It is
important to point that plant resources are promising genetic
resources, essential for the development of future varieties. These
high-quality resources can be incorporated in breeding programs to
develop high yielding varieties, such those dominating the typical of
current commercial agriculture.
Keywords:
Agricultural biodiversity; Biotechnology; Genetic markers;
Morphogenesis in vitro.
Introducción
Los recursos genéticos son imprescindibles para mantener la
productividad agrícola. La población mundial
alcanzará los 7000 millones de personas en tres años (en
el 2010 es de 6866 millones) y rebasará los 9000 millones en
2050, lo que representa un 49.6% más que en el año 2000 (
Tabla 1).
Son las estimaciones revisadas de la ONU, presentadas en Nueva York por
la dirección de la división de población de ese
organismo (Zlotnik 2009).
Sin embargo, los recursos genéticos vegetales de los que depende
la seguridad de la alimentación mundial, están
desapareciendo a un ritmo alarmante. Estos recursos se deben conservar,
analizar y compartir de una forma sostenible si se quieren desarrollar
nuevas variedades de cultivos para satisfacer la demanda de necesidades
de toda esta población a largo plazo, lo que requerirá
mejorar el rendimiento de los cultivos y buscar otras fuentes de
materiales para la medicina, la industria y la alimentación de
manera eficiente y sostenible aprovechando la biodiversidad.
Estas cifras indican que los recursos genéticos vegetales para
la seguridad alimentaria están desapareciendo a un ritmo similar
al del aumento de la población mundial, lo que demuestra que el
principal benefactor de los recursos genéticos los está
destruyendo. El reconocimiento de este problema no es nuevo. A finales
de la década de 1960, aunque la toma de conciencia sobre los
problemas medio-ambientales estaba experimentando un fuerte auge, la
preocupación por la erosión genética y la
pérdida de los recursos genéticos, se debió sobre
todo a agrónomos (Pistorius 1997):
«…
la
erosión de nuestros recursos biológicos puede afectar
gravemente a las futuras generaciones, las cuales, muy acertadamente,
nos culparán de falta de responsabilidad y de falta de
previsión. Pero ya en este momento, nosotros mismos estamos
igualmente muy limitados, dado que muchos, por no decir la
mayoría de estos recursos genéticos, no están
disponibles para su utilización general por los mejoradores,
agrónomos, forestales y horticultores de todo el mundo».
Frankel en Bennett (1968).
Pero ¿qué es lo que hay que conservar? Lo que importa es
mantener un capital genético lo más diversificado
posible, soporte básico para la selección clonal de
genotipos sobresalientes para establecer cultivos comerciales y la
mejora de plantas. Los recursos fitogenéticos incluyen
cultivares modernos y tradicionales, variedades primitivas, especies
adventicias y silvestres relacionadas.
Aunque no representan más que una parte del resto de los
recursos fitogenéticos, los cultivares tradicionales albergan en
general una gran variabilidad genética. Este tipo de materiales,
se podrían también utilizar directamente mediante una
adecuada comercialización.
Importancia
de conservar la biodiversidad
Los recursos genéticos son la base de la seguridad alimentaria
indispensable para mantener la productividad agrícola. En
sentido general, el hombre tiene una dependencia absoluta de las
plantas. Estas constituyen la base de la alimentación,
proporcionan los elementos para suplir la mayoría de las
necesidades, y además, se utilizan en la industria para fabricar
combustible, medicina, fibras, caucho y otros productos. Sin embargo,
el número de plantas que el hombre utiliza en su
alimentación es mínimo comparado con el número de
especies existentes en la naturaleza. Tan sólo treinta cultivos
entre los que se destacan el arroz, el trigo y el maíz,
proporcionan un 95% de las calorías presentes en la dieta humana
(FAO 1996). La dependencia de un número tan limitado de cultivos
amenaza la seguridad alimentaria de la humanidad.
«Los recursos
genéticos son la suma de todas las combinaciones de los genes
resultantes de la evolución de las especies. Comprenden desde
especies silvestres con potencial agrícola hasta genes clonados
(el término recursos genéticos implica que el material
(el germoplasma) tiene o puede tener valor económico o
utilitario, actual o futuro, siendo especialmente importante el que
contribuye a la seguridad alimentaria» (IBPGR 1991).
Como son de gran utilidad, el hombre aprovecha los recursos vegetales
promisorios y para ello debe conocerlos, manejarlos, mantenerlos y
utilizarlos racionalmente.
Por tanto, los recursos genéticos constituyen la fracción
de la biodiversidad que potencialmente se utiliza para el desarrollo
agrícola, medicinal e industrial, y están constituidos
por variaciones genéticas organizadas en un conjunto de
materiales diferentes entre sí, denominados germoplasmas, que
constituyen el elemento de los recursos genéticos e incluyen
variabilidad genética intra e interespecífica, con fines
de utilización en la investigación en general y
especialmente en la mejora genética (Nuez et al.1990).
Importancia
de la biodiversidad en la producción agrícola. La
biodiversidad en la producción agrícola es necesaria por
las siguientes razones:
Permite salvaguardar los recursos genéticos, indispensables para
futuros avances genéticos. La uniformidad de los cultivares
modernos erosiona la agrodiversidad existente o los recursos
genéticos en los que se basa, con lo que se comprometen las
posibles mejoras en el futuro. Se ha hecho un importante esfuerzo de
recolección y conservación ex situ de recursos
fitogenéticos para evitar su pérdida, por lo que en
algunos de los cultivos más importantes, gran parte de la
biodiversidad se puede considerar recolectada; sin embargo, en otros
muchos cultivos, plantas adventicias y plantas silvestres relacionadas
con los cultivos, se está todavía en una fase precaria.
Explotar la interacción genotipo medio, utilizando genotipos
habituados a ambientes específicos, se maximiza la productividad
y se reduce la necesidad de utilización de insumos adicionales.
La estrategia de acostumbrar las plantas al medio, además de
mantener y generar agrodiversidad a través del desarrollo de
numerosos cultivares adaptados a condiciones específicas,
permite reducir el nivel de insumos, minimizar la contaminación
ambiental y mantener un ecosistema más adecuado, contribuyendo
como estrategia de mejora al desarrollo de una agricultura más
sostenible.
Una mayor estabilidad de la
producción. Es
bien sabido que un incremento en la diversidad genética se
asocia con un incremento de la estabilidad de la producción,
porque la biodiversidad actúa como amortiguador frente a los
cambios ambientales y disminuye los riesgos de plagas y enfermedades.
Conservar la experiencia y
profundos conocimientos etnobotánicos asociados con la
biodiversidad.
Este saber fue adquirido por los agricultores durante cientos de
años a partir de sus necesidades y sistemas de cultivos. De
estos conocimientos se derivaron muchos beneficios, no sólo en
relación con la alimentación, el vestido y la vivienda,
sino también en otros campos como la sanidad, industria
química, etc. El mantenimiento de este saber se asocia
necesariamente al mantenimiento de la diversidad biológica.
Contribuir a
la mejora de las condiciones de vida de muchos agricultores, en
especial de aquellos con escasos recursos. En
determinadas situaciones, la sustitución de la diversidad por
variedades modernas genéticamente uniformes y sus requerimientos
asociados, han contribuido a la destrucción de las estructuras
sociales, y a la pobreza y malnutrición de muchos agricultores
que han perdido sus variedades tradicionales y se han visto obligados a
depender del suministro de semillas, fertilizantes y pesticidas a
precios muy altos.
Conserva el medio ambiente como tal porque, como se hizo evidente en la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo
llevada a cabo en Río de Janeiro en 1992, la biodiversidad es
una parte sustancial del medio ambiente. Este aspecto va más
allá del sector agrario y transciende a aspectos más
generales de la sociedad. En este sentido el departamento del
Chocó es una de las zonas con más alta biodiversidad del
mundo y muchos cultivos con gran potencial están sin explotar.
La mejora genética no se aplica con la misma intensidad y
éxito en todos los cultivos, de forma que la competitividad
económica de cultivos específicos determina los flujos de
apoyo económico para su desarrollo en un proceso de
retroalimentación. Los programas de mejora formal han hecho un
énfasis mínimo en cultivos menores, especies promisorias
y silvestres.
Algunos cultivos en los que la mejora hace mucho énfasis, como
el arroz y el trigo, son cultivos de lujo en algunas zonas, mientras
que otros que tienen una importancia considerable reciben poca
atención en sus zonas. La recuperación de cultivos
locales marginados u olvidados, recursos biológicos promisorios
y especies silvestres, permitiría aumentar la sostenibilidad.
Muchos de estos cultivos han evolucionado durante largo tiempo bajo
condiciones locales, por lo que se encuentran muy bien adaptados y
presentan una alta resistencia frente a todo tipo de presiones
ambientales, tales como inundaciones, sequías, granizo, plagas y
enfermedades.
Los organismos subvencionadores han premiado de forma casi exclusiva la
productividad. Esto discrimina a las variedades tradicionales, las
especies promisorias y silvestres frente a las variedades modernas. Una
vía por la que se podría promocionar la diversidad
agrícola sería mediante un apoyo económico
condicionado a los grupos que realicen mejora para condiciones
específicas y usen métodos que no colapsen la
variabilidad (Nuez et al.1997).
El departamento de Chocó, Colombia, es fuente de cultivos
locales infrautilizados, recursos vegetales promisorios y especies
silvestres que se pueden aprovechar para obtener nuevos cultivares de
gran variabilidad para evitar el peligro asociado con la vulnerabilidad
de los cultivos homogéneos. La utilización de los
recursos permitiría un desarrollo sostenible en una
región en donde las necesidades básicas están
insatisfechas y en donde la biodiversidad no sólo haría
aportes a la seguridad alimentaria, sino también al vestido, la
vivienda, la medicina y la industria, y en general al desarrollo
regional y nacional (Medina et al. 2007).
La
conservación de la biodiversidad agrícola en el
departamento del Chocó
Estrategia
N° 1. Crear un banco de germoplasma para la conservación ex
situ. Para
ello se requiere disponer de un área para la instalación
de cámaras frías de -3°C para la conservación
de semillas, cámaras para la desecación y una casa de
malla para actividades de multiplicación y
caracterización. La actividad del banco se debe centrar
fundamentalmente en especies cultivadas y silvestres con uso actual y
relacionado con las cultivadas a nivel regional y nacional.
Actividades
de recolección del banco.
Esta actividad se debe iniciar recolectando especies que se encuentren
en grave riesgo de extinción. Las expediciones de
recolección del banco se llevarán a cabo siguiendo las
normas sugeridas en el manual de colectas de Hawkes (1980).
1. Los recolectores participantes en cada expedición deben estar
familiarizados con el cultivo o los cultivos objetivos de cada
expedición.
2. Deben tener un buen conocimiento previo de la región de
recolección.
3. Los datos se deben registrar en el campo al mismo tiempo que se
realizan las colectas.
En cualquier caso, se deben seguir prácticas correctas de
recogidas, según establece el Código Internacional de
Conducta para la Recolección y Transferencia de Germoplasmas
Vegetal de la FAO 1993.
Multiplicación
y regeneración del material conservado.
En el banco de germoplasma se deben llevar a cabo actividades de
multiplicación de las entradas por una de las tres razones
siguientes [Hanbook of Seed-Technology in Genebanks (IBPGR 1985)]:
a. Cuando ha sido colectada, para su reproducción y
evaluación.
b. Cuando la viabilidad de las semillas sea igual o menor de 85%.
c. Cuando el número de semillas conservadas sea igual o menor
que tres veces las necesarias para una multiplicación.
Caracterización.
Para que los materiales del banco sean de utilidad, es imprescindible
que estén adecuadamente caracterizados, es decir, que se
conozcan cuáles son las características de cada entrada o
muestra. Se pueden distinguir tres niveles de datos de
caracterización, siguiendo al IBPGR en su publicación
Scientific management of germoplasm characterization, evaluation and
enhancement (IBPGR, 1989):
a. Datos de pasaporte. Sirven para identificar la procedencia de la
muestra y se toman al momento de la recolección de la muestra;
se emplea el modelo oficial recomendado por el IBPGR.
b. Datos de caracterización. Sirven para identificar la muestra
mediante caracteres fácilmente observables, poco afectados por
el ambiente o bien de alto valor agronómico.
c. Datos de evaluación. Sirven para definir
características específicas como resistencia a
enfermedades, respuesta a estrés ambiental, etc.
Conservación
Almacenamiento.
El
almacenamiento de semillas en condiciones de propagación
indefinida es una de las actividades más importantes a realizar
en un banco de germoplasma. Dentro de las colecciones de germoplasma,
se distinguen las colecciones base, aquellas que se mantienen bajo
condiciones ideales de almacenamiento durante períodos de tiempo
muy largos (50 ó 100 años, incluso más en algunos
casos) y las colecciones activas, que se mantienen en condiciones por
debajo de las ideales de corto a mediano plazo (de 5 a 20 años)
y se emplean para regeneración, multiplicación,
distribución, evaluación y documentación de las
entradas (Hawkes 1980, citado por Nuez y Ruiz 1999).
Nuez et al. (1992a) recomiendan almacenar las semillas en colecciones
base con un contenido de humedad interna de aproximadamente 6% y una
temperatura de -18°C; estas condiciones permiten mantener una buena
viabilidad en la mayoría de las especies. Los términos
«colección base» y «colección
activa» no hacen referencia a las condiciones en que se almacenan
las semillas y a la organización y funciones de la
colección (CPF 1993a). No obstante, con el objeto de facilitar
los movimientos de muestras, las colecciones activas se suelen mantener
a temperaturas superiores. Esta temperatura puede ser de -3°C. La
sequedad de las muestras se garantiza mediante el uso de frascos
herméticos con silica-gel que absorbe humedad.
Antes de introducirlas en las cámaras frías, todas las
muestras que se han recibido, procedentes de cualquier origen, siguen
unos procesos previos que se pueden sintetizar en: limpieza,
determinación de la germinabilidad y desecación. La
limpieza se realiza de forma manual. Para valorar la germinabilidad de
las muestras se siguen estrictamente las normas ISTA,
conservándose las muestras cuando su germinación supera
el 85%. La desecación se realiza de forma gradual mediante
silica-gel.
Mantenimiento
y atención de peticiones en un banco de germoplasma.
Para evitar la erosión genética dentro de muchos bancos
activos no basta con aplicar sistemas adecuados de conservación;
las colecciones se regeneran mediante la multiplicación de las
muestras cuando la germinalidad de las semillas desciende de 85%.
No se debe confundir la viabilidad de un material recogido y no
multiplicado con la de un material conservado en una colección
base o activa. La de aquel puede ser muy mala e incluso nula, pues debe
ser altamente prioritaria la recolección de semillas cuando
existe peligro de extinción. El recolector debe
«cargar» con lo que encuentre con la esperanza de que
alguna semilla germine. Por el contrario, las muestras conservadas en
las colecciones deben tener una germinabilidad superior a 85%.
Informatización
y documentación. Se
habla de variedades y cultivares tradicionales o primitivos. Sin
embargo, vivimos en la era de la información. Para una mejor
conservación de la biodiversidad agrícola chocoana,
así como para mejorar la utilización de esta
biodiversidad, se deben informatizar los datos relativos al origen y
características de todas las muestras del banco de germoplasma y
a su gestión, esto es, relativo al mantenimiento de las
colecciones y su distribución entre los usuarios. No es posible
el buen funcionamiento de un banco activo sin un sistema eficiente de
manejo de la información.
Ya se ha insistido en que a nuestro modo de ver, la conservación
de la biodiversidad agrícola debe estar estrechamente ligada a
su utilización de una forma equitativa y sostenible, gracias a
lo cual se ve reforzada. Por tanto, se considera prioritaria la
publicación de datos de utilidad para la mejora y para facilitar
el acceso dirigido a las colecciones activas. Sin embargo, un
catálogo útil no es un simple listado de entrada con
algunas de sus características. Interesa más que las
entradas estén estructuradas en grupos de reconocido valor
agronómico, presentando dentro del tipo las peculiaridades y
diversidades de las diferentes entradas incluidas en él.
Selección
de especies
Estrategia
N° 2. Los
aportes de la bioquímica y la biología celular y
molecular, y las interpretaciones de la genética clásica
han permitido crear herramientas eficaces de biotecnología para
el conocimiento, conservación y utilización de la
biodiversidad. Entre las técnicas biotecnológicas
existentes sobresalen las relacionadas con:
1. La aplicación de metodologías genéticas; y
2. Morfogénesis in vitro. En lo referente a las
metodologías genéticas sobresalen:
a) el desarrollo de mapas genéticos saturados;
b) el aislamiento, clonación y secuencias de
genes;
c) el marcado de genes cuantitativos y cualitativos;
d) la selección asistida por marcadores;
e) la transferencia de genes a través de
barrera de cruzabilidad desde especies silvestres; y
f) la caracterización molecular de
patógenos.
En lo referente a morfogénesis in vitro tenemos:
a) a regeneración exitosa de plantas a partir
del cultivo de tejidos y células;
b) la producción de plantas
transgénicas portadoras de genes de interés
agronómico;
c) la producción de híbridos y
cíbridos somáticos;
d) el desarrollo de nuevos cultivares mediante el
cultivo de anteras (Haploides duplicados); y
e) la obtención de variantes somaclonales
útiles (Pérez de la Vega 1995).
En lo referente a las herramientas genéticas, se hace necesario
identificar marcadores estrechamente ligados a los genes para los que
se quiere realizar selección; de este modo, el marcador permite
realizar la selección a nivel de genotipos en vez de a nivel de
fenotipos que son de especial utilidad para caracteres que son
difíciles de valorar en el campo. Además de permitir una
selección eficaz, posibilitan la selección en estado de
plántula, pudiéndose evaluar miles de genotipos sin
necesidad de cultivarlos hasta la madurez.
Marcadores
genéticos.
Existen varias definiciones de marcadores genéticos. Un marcador
genético es cualquier diferencia fenotípica controlada
genéticamente y utilizada en análisis genético.
Gale (1994) lo define como cualquier medio para identificar cualquier
locus específico en un cromosoma. En definitiva, se puede
utilizar como marcador el efecto de un gen observable con facilidad en
los individuos (genéticamente conocidos como caracteres
morfológicos), metabólicos característicos de bajo
peso molecular, proteínas que se puedan extraer y observar con
facilidad, isoenzimas, proteínas de reservas, proteínas
del suero), por lo general por medio de un fraccionamiento mediante
electroforesis o segmentos de DNA que se pueden obtener e identificar
por toda una serie de técnicas moleculares. Es obvio que para
ser informativo un marcador debe estar presente en formas
alélicas alternativas en los individuos en estudio (parentales
de un cruzamiento, individuos de una población, etc.) y para una
mejor utilidad es necesario saber dónde se localizan en un
cromosoma específico.
Característica de un buen
marcador genético. Un
marcador genético debe llenar unos requisitos para que se
considere de gran utilidad en el estudio de la biodiversidad; entre
esos requisitos tenemos que sea: polimórfico
(mutialélico); codominante; no epispástico, es decir, que
se pueda leer el genotipo a partir del fenotipo de manera independiente
del genotipo de otros loci; neutro que las sustituciones
alélicas no tengan otros efectos fenotípicos; insensible
al medio, es decir que el genotipo se infiera a partir de fenotipo,
independiente del medio.
Utilización de los
marcadores en el conocimiento, valoración y aprovechamiento de
la biodiversidad vegetal. En
relación con la biodiversidad, especialmente con los recursos
fitogenéticos, los marcadores moleculares se pueden utilizar con
varios fines:
Mapas genéticos. Los
mapas genéticos o de ligamiento consisten en la ubicación
de diferentes marcadores moleculares en los cromosomas de una especie,
conociendo las distancias genéticas entre ellos. La
construcción de un mapa genético puede permitir la
localización de marcadores asociados a genes de interés.
Identificación de
material vegetal. Patrones y variedades. Los
marcadores moleculares se pueden utilizar para realizar análisis
de paternidad y caracterizar el material vegetal de patrones y de
variedades. Por tanto, los marcadores moleculares pueden ser
útiles en la protección del derecho del investigador, en
la conservación de germoplasma evitando posible
duplicación de material o en la clarificación de errores
en sinoni-mias (la misma variedad con distintos nombres) y homonimias
(diferentes variedades con el mismo nombre) frecuentes en algunas
especies frutales.
Construcción de
colecciones «nucleares» en los bancos de germoplasmas. La
información molecular de la diversidad y distancias
genéticas puede ayudar en los bancos de germoplasmas a estimar
la redundancia y deficiencias de las colecciones vegetales,
estableciendo colecciones nucleares (corecolletion) de especies
vegetales. Estas colecciones pueden minimizar la repetitividad de la
diversidad genética recogida en el banco de germoplasma y
facilitar el acceso de los mejoradores, por ejemplo, a las colecciones.
Identificación de
germoplasma superior. La
caracterización molecular de la diversidad genética en el
germoplasma puede proporcionar datos útiles para ayudar al
mejorador a seleccionar progenies básicas en los programas de
mejora.
Relaciones
filogenéticas. La
mayor parte de las aplicaciones de los marcadores ADN en el manejo de
recursos fitogenéticos se centra en el ADN nuclear porque
evoluciona más rápidamente que los genomas de organelas y
su mayor tamaño aporta un mayor número de marcadores
polimórficos. Sin embargo, las diferencias en los genomas de
cloroplastos y mitocondrias pueden ser particularmente útiles en
algunos casos. Así, los polimorfismos a nivel de cloroplasto han
sido útiles en el análisis de relaciones
filogenéticas entre especies y taxones superiores, y algunos
polimorfismos a nivel de mitocondrias están asociados con la
androesterilidad.
Selección asistida por
marcadores.
Este tipo de selección se basa en el ligamiento entre marcadores
moleculares y un carácter de interés agronómico,
con el que en lugar de seleccionar directamente el carácter de
interés, el investigador puede seleccionar el marcador, lo que
permite la selección en un estado temprano de desarrollo y, al
mismo tiempo, la utilización de un alto número de
plántulas.
Mejora de caracteres
cuantitativos. Potencialmente,
el mayor impacto de la selección asistida por marcadores
moleculares se espera que sea para características cuantitativas
(QTL).
La identificación de
sistemas reproductivos. Las
plantas se reproducen por autogamia, alogamia o por propagación
vegetativa, existiendo situaciones estrictas y otras intermedias.
El sistema reproductivo condiciona la estructura genética de la
población de plantas. Así, en una población
cleistógama, de autogámia estricta, la
autofecundación continuada conduce a la fijación,
quedando la población constituida por individuos homocigotos.
Este tipo de población soporta bien la consanguinidad, siendo la
depresión consanguínea escasa. En las poblaciones
alógamas los heterocigóticos se destruyen y se vuelven a
reconstruir, alcanzándose situaciones de equilibrio en el que
persisten homocigotos y heterocigotos. En estas poblaciones la
autofecundación suele generar pérdida de vigor. En las
poblaciones formadas por plantas de multiplicación vegetativa
los individuos son réplicas clonales de los fenotipos
parentales, conservándose inalteradas las combinaciones de genes.
La identificación precoz
del sexo. La técnica RAPDs se ha utilizado en especies
para localizar un marcador ligado al sexo (Hormaza et al. 1994a).
Introgresión asistida
por marcadores. La
utilización de marcadores moleculares en programas de
introgresión vía retrocruzamiento es una
aplicación concreta de esta tecnología en la mejora.
Marcadores moleculares fuertemente ligados a los genes que se desean
introducir se utilizan como monitores en generaciones de
retrocruzamiento.
Tipos
de marcadores moleculares ADN
RAPDs (Randomly Amplified Polymorphic DNA). Se utilizaron inicialmente
en los años 90 (Williams et al. 1990). Para desarrollar este
marcador el ADN no se digiere con enzimas de restricción, sino
que se amplifican determinados fragmentos de genoma mediante la
técnica de PCR Polymerase Chain Reaction, utilizando una enzima
ADN polimerasa.
AFLPs (Ampified Fragment Length Polymorphisms). En la década de
los noventa, Vos et al. (1995) desarrollaron los marcadores AFLPs;
estos marcadores se fundamentan en dos técnicas necesarias para
el desarrollo de marcadores ADN: 1. Digestión del ADN
genómico con enzimas de restricción y 2. La
reacción en cadena de la polimerasa o PCR. Por tanto, los AFLPs
consisten en digerir el ADN genómico con dos enzimas de
restricción, ligarlos a dos adaptadores específicos cuyos
extremos son complementarios con los cortes hechos por las enzimas y
amplificarlos mediante PCR.
SCARs (Sequence Characterised Amplified Region). Los marcadores tipo
RAPD y AFLP, anteriormente descritos, se pueden convertir en marcadores
específicos de PCR de más fácil
utilización. Así, los fragmentos de ADN procedentes de un
marcador RAPD pueden ser clonados, secuenciados y transformados en
marcadores más específicos que permitirán la
amplificación por PCR de la banda RAPD de interés; este
tipo de marcadores se conoce como SCAR (Sequence Characterised
Amplified Region) (Paran y Michelmore 1993).
Microsatélite SSRs (Simple Sequence Repears) o STRs (Short
Tandem Repeats). Los microsatélites, también conocidos
como SSRs o STRs, fueron descubiertos por primera vez por Hamada et al.
(1982) como secuencias cortas de ADN constituidas por motivos de 1 a 6
nucleótidos repetidos en tándem. Estas clases de
secuencias simples de ADN se encuentran de forma abundante y uniforme
en los genomas en la mayoría de organismos eucariotas.
ISSRs (Inter-Simple Sequence Repeats) o SPARs (Single Primer
Amplification Reaction). Los ISSRs, también llamados SPARs, se
basan en la amplificación por PCR de regiones de ADN contenidas
entre dos microsatélites. Para ello se usa un cebador de
aproximadamente 20 bases que tienen las repeticiones de di-, tri- o
tetanucleótidos habituales presentes en los
microsatélites.
STSs (Squence-Tagged Sites). Los marcadores STS son marcadores de PCR
que se obtienen a partir de fragmentos cortos de ADN provenientes de
clones genómicos o cADNs. Estos clones son secuenciados, lo que
permite el diseño de cebadores específicos para cada uno
de ellos (Olson et al. 1989). Los STSs amplifican habitualmente
fragmentos de ADN de copia única, lo que los convierte en un
tipo de marcador muy útil para construcción de mapas
físicos.
CAPS (Cleaved Amplified Polymorphic Sequece). Existen varios
métodos para detectar polimorfismo después de una
amplificación de PCR: uno de ellos consiste en dirigir los
fragmentos amplificados con diversos enzimas de restricción
hasta encontrar un enzima que produzca un polimorfismo de
digestión. El marcador obtenido se produce como CAPS (Cleaved
Amplified Polymorphic Sequece). Se trata de un tipo de marcador
ampliamente usado, sobre todo tras la conversión de otros tipos
de marcadores en marcadores de PCR.
SNPs (Single-Nucleotide Polymorphisms). Los SNPs representan el tipo
más frecuente de variación de ADN en genoma humano (Wang
et al. 1998). Se trata de sustituciones nucletídicas que ocurren
con una frecuencia relativamente alta a lo largo del genoma y que son
muy útiles en la confección de mapas físicos.
Interpretación
genética. El
resultado observable del desarrollo de cualquier tipo de marcadores es
un patrón de bandas (o de picos cuando se obtiene con
secuenciadores automáticos). Cada banda corresponde a la
posición de un fragmento de ADN separado previamente en
función de su tamaño por medio de la electroforesis en
una matriz porosa, habitualmente un gel de agarosa o acrilamida. La
hipótesis de partida es que cada banda corresponde a un alelo de
un locus determinado. Si el marcador estudiado es codominante, cada
individuo heterocigoto tiene otro alelo situado en otra posición
del gel, es decir, corresponde por lo general a un fragmento de ADN con
un número de bases distinto. Si el marcador es dominante,
solamente existen dos fenotipos. El que presenta una banda y el que no
la tiene. La presencia de banda es lógicamente dominante sobre
su ausencia.
Morfogénesis
in vitro. El
otro aspecto importante en el conocimiento, conservación y
utilización de la biodiversidad es la morfogénesis in
vitro lo cual comprende el cultivo de células y tejidos
vegetales.
Cultivo in
vitro de células y tejidos vegetales.
El cultivo in vitro es un conjunto de técnicas que permiten
explorar el potencial genético de las células vegetales;
generalmente consisten en el cultivo de explantes en un medio de
cultivo que aporta un soporte físico y los requerimientos
nutricionales necesarios. Un explante es cualquier porción de
una planta: una célula, un tejido o un órgano que se
separa de la planta para cultivarlo en un medio de cultivo y regenerar,
en última instancia, plantas enteras por dos vías
alternativas, organogénesis somática y la
embriogénesis somática, por lo que se denomina
morfogénesis in vitro, lo que constituye una alternativa
biotecnológica para el conocimiento, conservación y
utilización de la biodiversidad.
Por tanto, cabe resaltar el rápido desarrollo en el campo del
cultivo de células y tejidos vegetales, que bien puede
considerarse como una de las áreas de mayor éxito, tras
casi medio siglo de progreso (Giacometti 1990). Las células y
tejidos vegetales creciendo in vitro proporcionan una herramienta ideal
para el estudio de una amplia gama de aspectos relacionados con la
biología vegetal, en su vertiente básica y aplicada. Por
ejemplo, el cultivo in vitro ha permitido importantes avances en el
conocimiento del metabolismo primario y secundario, cito
diferenciación, morfogénesis, fisiología vegetal,
etc., pero además, ha proporcionado una herramienta poderosa
para la propagación a gran escala de especies de interés
económico (Brown 1990), para la generación de nueva
variabilidad (variación somaclonal), la obtención
rápida de líneas puras mediante el método
haplo-diploide, la obtención de nuevos híbridos
somáticos por fusión de protoplastos y, sobre todo, la
obtención de plantas trangénicas vía Agrobacterim,
electroporación o métodos biolísticos.
Así, el éxito del cultivo de tejidos ha confirmado las
previsiones efectuadas en la década de 1980 respecto a su
contribución a la mejora vegetal y a la agricultura de los
países desarrollados o en vía de desarrollo (Mejía
et al. 1992), aumentando radicalmente la capacidad de
manipulación de los cultivos mediante las técnicas de
clonaje y la subsiguiente expansión o creación adicional
de nueva variabilidad génica. Por si esto fuera poco, las
investigaciones en esta área han proporcionado un mayor
conocimiento sobre el crecimiento y desarrollo de las plantas. Con
esto, la biotecnología ha abierto el camino para el
aprovechamiento de recursos filogenéticos que, hasta ahora,
quedaban fuera del alcance del mejorador.
La propagación clonal, vegetativa o asexual de plantas es la
producción de un grupo de individuos genéticamente
iguales a su progenitor, y se logra mediante el uso de injertos,
estacas, acodos, divisiones, etc. Los individuos resultantes forman un
clon. Se realiza para mantener en la descendencia las
características genéticas del individuo original o planta
madre. Los clones producidos se consideran una extensión de la
línea celular somática de la planta madre, logrando
así perpetuar las características de ésta.
La propagación clonal in vitro, o micropropagación, se
realiza con el mismo objetivo aunque con diferentes métodos.
Entre ellos se encuentran:
· El cultivo de meristemos
o microinjerto.
· El cultivo in vitro de yemas terminales o axilares.
· La organogénesis adventicia.
· La embriogénesis somática.
La micropropagación presenta una serie de ventajas frente a los
métodos tradicionales (George 1963): Requiere poco espacio para
mantener o multiplicar plantas. Permite la obtención de plantas
sanas libres de virus siempre que se utilicen técnicas del
cultivo de meristemos o microinjerto combinado o no con termoterapia
y/o quimioterapia. La producción es independiente de las
condiciones climáticas y puede ser continua durante todo el
año. Permite un manejo más flexible de las condiciones de
propagación, nutrientes, luz, temperatura. Requiere menos
energía y espacio para la propagación y el mantenimiento
de la planta madre. Las vías más utilizadas hasta el
momento para la micropropagación se basan en el cultivo de
meristemos y/o de ápices caulinares y yemas axilares. Estas
vías se prefieren frente a aquellas que implican la
regeneración de novo o inducción de yemas adventicias,
como la organogénesis o la embriogénesis somática,
porque en éstas existen mayores posibilidades de obtener plantas
genéticamente diferentes (George 1963).
La micropropagación se practica con éxito en especies
hortícolas y ornamentales (Mosella, Ascui 1991). En papa, banano
y plátano se cuenta con sistemas comerciales completamente
establecidos para la producción de plantas sanas libres de
patógenos (Angarita, Perea 1991).
Morfogénesis a partir de
explantes primarios.
La morfogénesis es el proceso que conduce a la
regeneración de plantas a partir de células cultivadas in
vitro. Fundamentalmente, la morfogénesis es el resultado de la
división diferencial de células organizadas, con patrones
definidos y, básicamente, depende de la actividad de la
expresión de determinados genes (Handro, Floh 1990). La
regeneración de plantas in vitro se verifica mediante dos
vías: la embriogénesis somática, a través
de la formación de estructuras de crecimiento bipolar (Mathews
et al.1993) y la organogénesis, a través de la
formación de estructuras de crecimiento unipolar (yemas y
brotes) (Hossain et al. 1993).
Micropropagación
vía organogénesis.
Esta es la principal ruta actualmente usada para la regeneración
de plantas in vitro. Es un proceso que ocurre por lo menos en cuatro
etapas:
1. Establecimiento del cultivo
y/o inducción de yemas;
2. Desarrollo de brotes y multiplicación;
3. Enraizamiento de los brotes; y
4. Aclimatación o endurecimiento de las plantas. En muchos casos
cuando el enraizamiento se hace ex vitro, las etapas 3 y 4 se combinan.
Brotación axilar.
Este es el método que se emplea con mayor frecuencia para la
micropropagación de arbustos maderables (Thorpe, Patel 1984).
Los ápices caulinares, yemas laterales y esquejes nodales son
los explantes más utilizados en micropropagación porque
regeneran plantas con más facilidad. La regeneración
suele producirse además de forma directa sin la
intervención de una fase de callo y en general, se obtienen
plantas genéticamente idénticas a la planta madre. La
propagación clonal por esta técnica es una
adaptación de los procedimientos convencionales de
propagación vegetativa, pero al realizarlas en condiciones
asépticas presentan ventajas tales como mejores condiciones
fitosanitarias, mayor tasa de multiplicación y menor tiempo
(Krikorian 1982; George, Sherrington 1984).
Brotación adventicia.
Como en el caso de la brotación axilar, la formación de
brotes adventicios es el resultado de la interrelación entre el
explante, el medio de cultivo y las condiciones de incubación.
Este método se usa con menos frecuencia en angiospermas, los
brotes se inducen por lo general de manera directa desde el explante,
evitando la formación de callos. En general, cuanto más
juvenil sea el explante, mejor será su respuesta a los
tratamientos in vitro conducentes a una organogénesis de novo.
Micropropagación
vía embriogénesis somática.
La embriogénesis somática es el proceso por el que se
forma un embrión a partir de una célula, sin necesidad de
la fusión de gametos (Tisserat et al. 1979). No es un
fenómeno artificial y es conocido en la naturaleza como una
forma de apomixis llamada embrionía adventicia, descrito por
primera vez por Strasburger en 1878.
Características
de la embriogénesis somática. La
característica más distintiva de la embriogénesis
somática es que origina un nuevo individuo con estructura
bipolar (raíz y ápice) capaz de dar lugar a una planta.
Según Sannasgala (1989) el embrión somático
presenta las siguientes características:
· Es autónomo
frente al tejido que le ha generado, porque
no tiene conexión vascular con el tejido que le dio origen y por
esta razón los embriones somáticos pueden ser separados
fácilmente del tejido original.
· Es una estructura bipolar con un ápice radical, apical
y cotiledones.
· Presenta bandas precambiales entre las porciones apicales y
radiculares.
Morfológicamente un embrión somático es muy
similar a uno cigótico, sobre todo en su desarrollo desde
preembrión, pasando luego por las fases globular,
corazón, torpedo y cotiledonar o embrión maduro.
Enraizamiento y
aclimatación o endurecimiento de las plantas. Estos
dos procesos se pueden llevar a cabo separada o conjuntamente,
dependiendo de si el enraizamiento se realiza in vitro o ex vitro. La
principal ventaja de usar condiciones ex vitro es que el enraizamiento
y la aclimatación se pueden llevar a cabo de manera
simultánea. Otra consideración importante es que no hay
posibilidad de formación de callo en la base del vástago,
como puede ocurrir in vitro, lo que asegura una conexión
vascular entre el vástago y la raíz.
Obtención
de plantas haploides. Las
plantas haploides, son aquellas que tienen un número
cromosómico que coincide con el número gamético es
decir «n»; estas plantas son de mucha importancia en
estudios genéticos y en la mejora vegetal, también tienen
gran aplicabilidad en estudios genéticos: análisis de
ligamiento, mutagénesis, especialmente en la selección de
mutantes recesivos, fusión somática y transferencia de
genes, permiten la obtención de líneas puras, diaploides,
homocigotas para todos los locis, en tan sólo dos pasos mediante
el método haplo-diploide, porque los métodos
clásicos de obtención de líneas puras requieren
varias generaciones de consanguinidad continuada, por ejemplo, mediante
autofecundación, lo que implica un largo período de
tiempo.
Los haploides existen espontáneamente en la naturaleza
(Bhojuwani y Razdan 1996), como resultado de un proceso de
partenogénesis, pero con una frecuencia muy baja.
Haploides mediante cultivo in
vitro.
Por este método, los haploides se pueden obtener mediante
androgénesis, es decir, cultivo de anteras y microspora,
ginecogénesis, mediante cultivo de rodajas de ovarios y ovulo, y
rescate de embriones. La duplicación cromosómica y la
subsiguiente obtención de dihaploides se puede lograr mediante
técnicas de cultivo in vitro o mediante tratamientos in vivo o
ex vitro con agentes químicos como colchicina y orizalina.
Obtención de haploides. Las
plantas haploides tienen dos mecanismos para desarrollarse;
directamente, a partir de las células pregaméticas de las
anteras e indirectamente a través de una fase de callo. Cuando
la androgénesis es directa, las microesperas de las anteras dan
origen a proembriones, embriones somáticos y posteriormente
plántulas. Cuando la androgénesis es indirecta, se
produce inicialmente un crecimiento desorganizado y posteriormente, se
orienta la regeneración bien sea por embriogénesis
somática u organogénesis (Bohanec et al. 1995, Bohanec y
Jakse 1999; Brisibe et al. 1997; Burnett et al. 1992; Bueno et al.
1997).
Conclusión
Con esta biodiversidad, el departamento del Chocó inicialmente
no requiere abordar programas de mejora para el aprovechamiento de la
biodiversidad, sólo requiere establecer programas de
selección clonal para obtener los mejores individuos por sus
características organolépticas y sus propiedades
alimenticias y medicinales. Una vez realizada esta selección, se
puede aportar a la mejora de la calidad de productos comerciales
relacionados en otras regiones del mundo, en donde los procesos de
adaptabilidad son costosos por la vulnerabilidad asociada a la
uniformidad de los cultivos o falta de biodiversidad. Estos materiales
constituirán lo que se suele llamar «germoplasmas
adecuados», es decir, el que realmente suministra la mayor
cantidad de beneficio con el menor costo, por lo que se encuentran muy
bien adaptados y presentan una alta resistencia frente a todo tipo de
presiones ambientales, tales como inundaciones, sequías, plagas
y enfermedades.
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