Motores de la deforestación del bosque húmedo Tropical bh-T de la región noroccidental colombiana

Drivers of the deforestation of the tropical wet forest of the northwestern Colombian

Ditter Horacio Mosquera-Andrade*

*  Grupo de Investigación en Sistemas productivos, Universidad Tecnológica del Chocó, Quibdó, Colombia. e-mail: ditter282@yahoo.es
    Fecha de recibido: Abril 21, 2014        Fecha de aprobación: Mayo 23, 2014              

DOI: http://dx.doi.org/10.18636/riutch.v33i2%20Jul-Dic.519


Resumen


Objetivo: Describir los drivers de la deforestación y sus implicaciones sobre los ecosistemas, especies y diversidad genética en la región noroccidental colombiana (departamento del Chocó).
Metodología: Se realizó revisión de documentos técnicos, resultado de consultorías desarrolladas por investigadores de entidades gubernamentales y no gubernamentales relacionadas con la gestión de los recursos naturales en Colombia y la región; paralelamente, se revisaron textos científicos que explican la influencia del contexto suramericano, y colombiano, y las causas y las consecuencias sociales, ecológicas y genéticas generales de la deforestación a nivel regional.
Resultados: Se determinó que los principales drivers de la deforestación son en su orden: la minería, el aprovechamiento forestal por tala selectiva, la ganadería, los cultivos ilícitos y la agricultura, esto fundamentado en la creciente demanda por recursos debido al incremento poblacional regional y la implementación nacional de un modelo extractivista, que genera gran deterioro de los ecosistemas, especies y diversidad genética nativa.

Palabras clave: Actividades productivas, Commodities, Chocó, Drivers, Deforestación.

Abstract

Objective: Describe the drivers of deforestation and its implications on ecosystems, species and genetic diversity in the Northwestern Colombian region (Department of Chocó).
Metodology: We conducted a review of technical documents, result of consulting services developed by researchers and non-governmental entities related to the management of natural resources in Colombia and the region; at the same time, reviewed scientific texts that explain the influence of the American and Colombian southern context, and causes and the consequences of social, ecological and genetic General of deforestation at the regional level.
Results: It was determined that the main drivers of deforestation are on your order: mining, forest harvesting by selective logging, cattle ranching, illicit crops and agriculture, this based on the growing demand for resources due to regional population growth and national implementation of an extractive model, which generates great deterioration of ecosystems, species and native genetic diversity.

Keywords: Commodities, Chocó, Deforestation, Drivers, Productive activities.

Introducción

Las necesidades básicas del ser humano son solventadas a través de la utilización de los recursos naturales como los bosques, lo cual debido a la creciente demanda de estos recursos, ligada con el crecimiento poblacional del hombre y los centros urbanos, ha producido una alteración dramática de su entorno, materializado entre otros aspectos en los cambios de uso de la tierra. La deforestación por diferentes actividades productivas (minería, agricultura, aprovechamiento forestal, entre otras) es una de las tantas manifestaciones de estas alteraciones en los trópicos, lo que se ha convertido en un problema ambiental importante, con alarmantes implicaciones económicas y sociales (Laurance, 1999).

Los paisajes tropicales y subtropicales de América Latina albergan una cobertura de 11,1 millones de km2 (Murgueitio, 2012); a pesar de ello, en esta región se presentan las mayores tasas de deforestación del mundo. Según Pacheco et al. (2010), para el 2005 las áreas totales deforestadas en América Latica sumaron 5 millones de ha, para 2010, este número estuvo alrededor de 4 millones de ha, constituyéndose las áreas de pastoreo en el principal driver de la deforestación.

La deforestación es un determinante de las afectaciones a la función y estructura de los ecosistemas y la pérdida de los servicios ecosistémicos que los bosques pueden proveer. Adicional a esto, se estima que los cambios en la cobertura de la tierra son causantes del 35% del CO2 producidos por actividades antrópicas (González et al., 2011). El objetivo principal del presente texto es describir los drivers de los procesos de transformación del paisaje y sus implicaciones sobre los ecosistemas, especies y diversidad genética en la región noroccidental de Colombia (departamento del Chocó).

Metodología

Se realizó la revisión de documentos técnicos producto de consultorías desarrolladas por investigadores de entidades gubernamentales y no gubernamentales relacionadas con la gestión de los recursos naturales en Colombia y la región; de la información consignada en estos documentos se consultaron dinámicas de la deforestación (áreas deforestadas, patrones de deforestación, tendencias temporales, entre otras). Fueron además consultados textos científicos que explican la influencia del contexto suramericano y colombiano, y las causas y las consecuencias sociales, ecológicas y genéticas generales de la deforestación en el departamento del Chocó, Colombia.

Generalidades del departamento del Chocó. El departamento del Chocó se encuentra localizado en el extremo noroccidental de Colombia (Figura 1); posee una extensión de 46.530 km² ocupada mayormente por una selva ecuatorial. En temas de biodiversidad vale la pena resaltar que Chocó hace parte del “Tumbes-Chocó-Magdalena” incluido en los 34 hotspots de biodiversidad existentes en el planeta (International Conservation, 2013).



Según Bonet (2007) el potencial productivo de este departamento es en gran porcentaje conservacionista, agroforestal y forestal, y de mínima vocación agrícola y ganadera.

Resultados y discusión

Contexto suramericano y colombiano. En los últimos años los países de América del Sur han acogido un modelo de ecología política del desarrollo y el Estado, que bajo nuevas estrategias, encarna los antiguos paradigmas de los recursos naturales ilimitados a partir del cual se debe desprender el crecimiento económico de la región. Esta visión de la naturaleza, ha promovido la implementación de un modelo sostenido de explotación de los recursos naturales como materias primas que se exportan como commodities (recursos hidro-energéticos, madera, productos agropecuarios entre otros), a través de la consolidación de lógicas y prácticas extractivitas fomentadas por la demanda asociada con el crecimiento de las economías de China e India (Pérez-Rincón, 2014; Gudynas, 2012), y alentadas por tratados de libre comercio con países como Estados Unidos.

Según Pérez-Rincón (2014) y Gudynas (2012), países de corte neoliberal como como Perú, Colombia y Chile implementan el llamado “extractivismo clásico” que fundamentan gran parte de su economía en el aprovechamiento de commodities provenientes del sector minero energético (petróleo, gas, oro, carbón), maderero y agropecuario, lo cual esta refrendado por los Planes Nacionales de Desarrollo 2002-2006, 2006-2010, 2010-2014, 2014-2018. La implementación de este modelo de desarrollo genera una gran presión sobre los recursos naturales con lo que se privilegia la proliferación de conflictos sociales, problemas ambientales y ecológicos en regiones ricas en recursos naturales como el Pacífico colombiano (departamentos de Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño), la Amazonía, los Llanos Orientales, entre otros.

Proceso demográfico en el departamento del Chocó. Según Rentería (2010), la dinámica de poblamiento del departamento del Chocó empezó hace aproximadamente 2.300 años; registros antropológicos demuestran que para esta época ya había presencia de indígenas en la región del Urabá chocano (actual municipio de Ancandí). A la llegada de los españoles en el año 1500, ya había presencia de grupos indígenas Emberas, Kunas y Waunanas, distribuidos a lo largo de los ríos Atrato y San Juan (Rentería, 2010). El proceso de colonización por españoles comenzó en 1510 en la zona del Urabá (municipios de Unguía y Acandí). Los primeros grupos de población negra fueron traídos de África entre los años 1553 y 1580. Entre los años 1825 y 1900 la población total pasa de 35.000 a 126.000 habitantes (Gómez, 2010). En la actualidad la población del departamento es de 485.543 habitantes, los que según el DANE (2012), están representados por afrodescendientes (82,1%), indígenas (12,7%) y blancos y mestizos (5,2%). Desde la conquista, las principales actividades productivas han sido la minería, el aprovechamiento forestal y la agricultura (Rentería, 2010), las cuales debido a la creciente demanda ligada con el crecimiento poblacional han sido generadoras de transformación del paisaje en el Chocó.

Proceso de deforestación en el Chocó. Según Cabrera et al. (2011), entre los años 1990 y 2010 el Chocó perdió 29.951 hectáreas de bosques a una tasa de pérdida de 0,003% anual (González et al., 2011); durante estos veinte años de evaluación, pasó de tener 3’412.441 hectáreas a 3’382.490 hectáreas. Proyecciones hechas sobre estos datos históricos estiman que para el 2030 el stock de bosques remanentes sería de 3’270.976 hectáreas, lo que generaría una pérdida de 141.465 has entre los años 1990-2030 (Figura 2).



Es necesario destacar que el proceso de deforestación es dinámico y las masas boscosas pueden pasar como valores de pérdida o ganancia de una actividad productiva a otra (Figura 3).



Las principales actividades productivas (lícitas e ilícitas) del departamento (minería, aprovechamiento forestal, ganadería, cultivos ilícitos y la agricultura) con diferentes participaciones, se reconocen junto con otras actividades, como las principales causas de la deforestación.

Descripción de la deforestación por actividad productiva

Minería. Según González et al. (2013), en el Chocó se tienen reportes de 317.457,7 hectáreas de bosque deforestadas por minería al año 2013, siendo el municipio de Nóvita el más afectado con un total de 105.974 hectáreas de suelo intervenidas por esta actividad. El 95% de la minería que se realiza en el Chocó es ilegal y utiliza distintas maquinarias (dragas, retroexcavadoras, motobombas y draguetas) lo que ha generado problemas ambientales como la destrucción de bosques y suelos, colmatación de fuentes hídricas por sedimentos, cambios en cauces de ríos y quebradas por la adición de 6’200.000 toneladas de sedimentos/año (CODECHOCO, 2002; Sánchez y Giraldo, 2013), contaminación de aguas y suelos con un valor alrededor de 7,2 toneladas/año de mercurio y 67.000 galones/año de aceites usados (Sánchez y Giraldo, 2013).

Aprovechamiento forestal. En la zona del Chocó biogeográfico se estima que existen alrededor de 6.000 especies de plantas vasculares, equivalentes a 37% de la flora de Colombia; entre 13% y 20% de estas especies son endémicas (Botero, 2009). A pesar de esto, estos bosques están siendo destruidos a un ritmo acelerado. Según los registros de CODECHOCO (2013), el volumen de madera movilizado presentó disminución entre los años 2011 y 2013, sin embargo, la cantidad de madera movilizada en el Chocó, presenta datos importantes, donde es de anotar que en el año 2011, se movilizaron de manera legal 796.858 m3 de madera (Figura 4), dato que es preocupante toda vez que se estima que 50% de la madera movilizada en el departamento es ilegal, por lo que la cifra total de madera movilizada en ese año pudo estar alrededor de los 1’400.000 m3.



Según CODECHOCO (2013) e IIAP (2008), el abarco (Cariniana pyriformis), es la especie más movilizada con 21.413 m3, correspondiente a 88% del total movilizado, seguido por el chanó (Humiriastrum procera), de la cual entre los años 2003 y 2006 se extrajeron 7.500 m3. Otra especie maderable amenazadas en el Chocó es el algarrobo (Hymenaea courbaril), caoba (Swietenia macrophylla), carrá (Huberodendrum patinoi), cativo (Prioria copaifera), cedro (Cedrela odorata), y choibá (Dipteryx oleifera).

Ganadería. En el Chocó, los principales municipios ganaderos son Unguía, Acandí, Riosucio y Carmen de Atrato con hatos de 65.944, 37.985, 34.250 y 4.836 cabezas de ganado respectivamente (143.015 en total), que aportaron 88% de la producción ganadera del departamento del Chocó en el año 2013, la cual según estimaciones realizadas por Mayo y Mosquera-Andrade (2014), se desarrollan en 250.000 hectáreas aproximadamente. Los sistemas convencionales con los que se desarrolla la ganadería han ocasionado que entre el 2001 y 2010 solo en el municipio de Acandí se perdieran cerca de 11.000 hectáreas de bosque nativo para el establecimiento de nuevos potreros (Arellano, 2011), por lo que se podría estimar en más 50.000 hectáreas el área del bosque perdido para los cuatro municipios. Esta forma de realizar ganadería en el entorno chocoano va en contravía de su vocación productiva, la que según Bonet (2007), es en gran porcentaje conservacionista, agroforestal y forestal y de mínima vocación agrícola y ganadera.
 
Cultivos ilícitos. Según el DNE (2008b), con excepción del municipio de Riosucio, los cultivos de coca en el departamento de Chocó se detectaron por primera vez en el censo del año 2003. En el departamento de Chocó, 24 de los 30 municipios que lo conforman han reportado su presencia durante el período 2003-2011. A 2011 en el Chocó se encontraban 2.511 hectáreas con cultivo de coca, donde 45,7% se concentraba en los municipios de Istmina (684 ha) y Nóvita (464 ha). Aunque fue notable la disminución de las áreas sembradas con coca en el Chocó para el año 2013 (1.768 ha), los impactos ambientales de las plantaciones de coca dejarán su huella en los bosques naturales durante muchos años (DNE, 2008b).

Las afectaciones de los cultivos ilícitos sobre el paisaje radican en que para su implementación es necesaria la tala rasa del bosque (sobre todo los primarios). Según datos del DNE (2008a), para el establecimiento de 1 ha de cultivo de marihuana, coca, y amapola, es necesaria la deforestación de 1,5, 4 y 2,5 hectáreas de bosque respectivamente. Según Escobar (2002), 140 m3 de madera de bosque se pierden a raíz de la quema del mismo, de los cuales 30% son representadas por especies de importancia económica y 80% por especies endémicas del sitio.

Según el DNE (2008a), debido a la baja fertilidad de los suelos en zonas selváticas, es necesario que para el mantenimiento de la producción de los cultivos ilícitos se realicen aplicación de agroinsumos (fertilizantes, herbicidas y plaguicidas) y otras sustancias prohibidas (compuestos órgano clorados y parathion), usados sin control por estos productores, desconociendo los impactos en el medio ambiente, caracterizados normalmente por la alteración de propiedades fisicoquímicas del suelo y del agua por la acumulación de sustancias químicas afectando de esta manera especies animales y vegetales en estos territorios.

En este orden de ideas, los cultivos ilícitos y las políticas en contra de las drogas generan efectos negativos sobre el medio natural en Colombia, debido a la adición de herbicidas como el glifosato, fertilizantes y desechos químicos, lo que origina afectaciones importantes a la flora nativa, a suelos importantes desde el punto de vista de su vocación forestal; a los nichos ecológicos con la consecuente erosión de potencial genético (IDEAM, 1998), ocasionando migraciones y retroceso de especies animales propias de estos espacios.

Por su parte, las prácticas de cultivo ilícito en zonas de alta pendiente acompañados de la tala y quema del bosque generan desprotección del suelo lo cual causa como efecto colateral procesos de erosión que pueden materializarse en procesos de remoción en masa (DAMA, 2009). La aplicación de estos sistemas de cultivo amenaza los bosques de páramo, bosques de niebla y zonas productoras de agua en Colombia afectando las fuentes de reserva hídrica ya que estas prácticas inadecuadas van en contravía de la acumulación y protección de agua, la cual es una función propia de estos espacios naturales.

Agricultura. El área sembrada en el Chocó fue de 60.598, 77.045,7 y 82.310,8 en los años 2011, 2012 y 2013 respectivamente, mostrando un incremento promedio del 13% anual (SAMA-CHOCÓ, 2013). En la Figura 5, se puede observar el área sembrada por tipo de cultivo durante los años mencionados.



Afortunadamente para los bosques del Chocó, la agricultura no representa una gran amenaza, toda vez que es realizada mayoritariamente por las comunidades negras e indígenas bajo el esquema de prácticas tradicionales de producción. Los sistemas productivos más comunes son los huertos caseros mixtos cuya composición estructural está dominada por árboles y arbustos (Mosquera et al., 2011); por su parte los sistemas de agricultura migratoria “tumba roza y pudre” albergan gran número de árboles remanentes de bosques anteriores y productos de la regeneración natural. Estos sistemas productivos rara vez superan 1 ha de terreno  (Fernández et al., 1984; Nair, 1986; Nair, 1987; Lok, 1998; Mosquera et al., 2011) y son abandonados cada 5-10 años para permitir la regeneración natural del bosque y así recuperar las características nutricionales del suelo.

Impactos de la deforestación sobre ecosistemas, especies y diversidad genética. La fragmentación de bosques debida a la expansión agrícola, ganadera y minera, ocasiona un retroceso en el hábitat de las especies, las cuales ven disminuida la disponibilidad de territorio y encaran una atomización de sus poblaciones. Estas alteraciones se deben a que en las matrices agrícolas, pecuarias o mineras el microclima de los fragmentos boscosos remanentes es afectado por aumentos en la intensidad lumínica, temperatura, insolación, Y evaporación, afectando las condiciones homeostáticas del interior de hábitat forestales (Saunders et al., 1991). Según Murcia (1995), en los bosques tropicales estos efectos pueden penetrar a una distancia de 150 m. Estas afectaciones pueden alterar el habitat de aquellos organismos especialistas que dependen de condiciones equilibradas del bosque para poder sobrevivir.

En los bordes de estas zonas fragmentadas se favorece la invasión de especies generalistas, lo que afectará la supervivencia de especies propias del sitio a través de interacciones (competencia por recursos, herbivoría y depredación) y funciones sistémicas (dispersión de semillas, polinización, entre otras) (Aizen y Feisinger, 1994). Chalfoun et al. (2002) sostienen que en los bordes se privilegia el aumento de depredaores generalistas como roedores, serpientes y córvidos, entre otros.

La fragmentación de paisajes y la tala selectiva de especies como el cativo (Prioria copaifera), el abarco (C. pyriformis), el chanó (H. procera), choibá (Dipteryx oleifera), entre otras, las está llevando a estados críticos, próximos a la extinción (CODECHOCO, 2013; IIAP, 2008) amenazando la diversidad biológica (Wilson, 1988) y la conservación de la biodiversidad (Turner et al., 2007). Los impactos genéticos asociados con la recolección de productos forestales no maderables varían de acuerdo con el material y la intensidad de la recolección. Si se aprovechan de manera intensa flores y frutos, se podría reducir la viabilidad de la población como consecuencia de la falta de regeneración (Ratnam y Boyle, 2000).

Los efectos del aprovechamiento selectivo han producido reducción sustancial de la densidad de las especies y la estructura de edad en amplias zonas de cativales en el bajo Atrato y de manglares en la costa pacífica chocoana, con lo que se ha reducido el potencial para la regeneración y se ha alterado la composición genética de las especies. La pérdida de valor económico y la calidad genética del bosque puede ser considerable. Según Loo y Canadian (2011) el aprovechamiento de todos los árboles maduros, con tallos rectos y resistentes a plagas y enfermedades, podría ocasionar que la población progenitora de la siguiente generación tuviese frecuencias bajas de alelos que originen rectitud del tronco y resistencia o tolerancia a plagas y enfermedades. Este fenómeno se presenta en especies de importancia económica en la región como lo son cativo (Prioria copaifera), abarco (C. pyriformis), chanó (H. procera), choibá (D. oleifera), entre otras. Loo y Canadian (2011), sostiene que en cuanto a la fragmentación de ecosistemas y la pérdida de hábitats naturales, se podrían considerar las mayores amenazas a la diversidad genética.

Los procesos fragmentación del bosque y la tala selectiva ocasiona procesos de evolución contemporánea que privilegia la prevalencia de especies invasoras, generalistas y con características fenotípicas indeseadas (Figura 6), lo que afecta no solo la integridad del ecosistema, sino el valor económico de los bosques.



Conclusión

La creciente demanda por recursos originada por el incremento poblacional regional y por la implementación de un modelo nacional de extractivismo clásico ha generado gran presión sobre los recursos naturales (minero-energéticos, madera, alimentos, entre otros) privilegiando que las actividades productivas (minería, aprovechamiento forestal, agricultura y ganadería) por medio de las cuales se obtienen, se conviertan en los drivers de la deforestación, materializándose en el deterioro de los ecosistemas, especies y diversidad biológica en el Chocó, lo que no solo plantea amenazas a la conservación de la biodiversidad, sino también al bienestar social de los habitantes de este departamento.

Literatura citada